El trastorno de insomnio se caracteriza por dificultades para conciliar el sueño, mantenerse dormido y despertarse temprano sin poder volver a dormirse. Las personas con insomnio duermen menos o tienen un sueño de mala calidad a pesar de tener la oportunidad de dormir lo suficiente. Esto puede afectar negativamente su funcionamiento durante el día.
El insomnio no se define por la cantidad de horas de sueño, ya que las necesidades de sueño varían entre las personas. Se define por los problemas para dormir que afectan el estado de ánimo y el rendimiento diurno.
El insomnio puede estar relacionado con el estrés, el dolor u otras condiciones médicas. A veces, tratar la causa subyacente puede mejorar el sueño, pero a menudo se requiere un tratamiento directo del insomnio. Es recomendable hablar con un proveedor de atención médica para identificar los problemas subyacentes y elaborar un plan de tratamiento.
La terapia cognitivo-conductual para el insomnio (TCC-I) se recomienda como tratamiento inicial para el insomnio crónico. Implica trabajar con un profesional para identificar y abordar los factores que contribuyen al insomnio y corregir los hábitos perjudiciales para el sueño. Los componentes de la TCC-I incluyen educación sobre el sueño, restricción o compresión del sueño, control de estímulos, higiene del sueño, terapia cognitiva y ejercicios de relajación.
La restricción del sueño implica limitar el tiempo en la cama para mejorar la calidad del sueño. El control de estímulos se enfoca en utilizar el dormitorio y la cama solo para dormir y tener relaciones sexuales. La higiene del sueño implica adoptar hábitos diurnos y nocturnos que favorezcan el sueño, como establecer un horario regular de sueño, evitar la cafeína y el alcohol, y crear un ambiente propicio para dormir. La terapia cognitiva se centra en identificar y abordar los pensamientos negativos relacionados con el sueño. Los ejercicios de relajación, como la relajación muscular progresiva y la respiración diafragmática, también se utilizan en la TCC-I.
Si la terapia cognitivo-conductual no es suficiente, se pueden considerar medicamentos para el insomnio. Las opciones de medicamentos dependen de la edad, las condiciones de salud subyacentes y los síntomas específicos del insomnio. Algunos de los medicamentos utilizados incluyen agonistas de los receptores de benzodiacepinas, antagonistas duales de los receptores de orexina, antagonistas de los receptores de histamina y agonistas de los receptores de melatonina. La elección del medicamento debe tener en cuenta los beneficios, los riesgos, el costo y la carga del tratamiento.
En resumen, el insomnio es un trastorno del sueño que se caracteriza por dificultades para conciliar y mantener el sueño. El tratamiento inicial recomendado es la terapia cognitivo-conductual, que aborda los factores y hábitos relacionados con el insomnio. En algunos casos, se pueden recetar medicamentos si la terapia no es suficiente. Es importante trabajar con un profesional de salud.
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