La dieta es una parte fundamental del tratamiento de la diabetes debido a varias razones. En primer lugar, ayuda a mantener el nivel de azúcar en la sangre en un rango normal o cercano a él. Esto es importante para prevenir problemas a largo plazo, como enfermedades cardíacas o renales, que pueden ocurrir en personas con diabetes.
Además, cambiar la dieta puede ayudar a tratar condiciones relacionadas con la diabetes, como la obesidad, la presión arterial alta y el colesterol elevado. Estas condiciones pueden aumentar el riesgo de problemas futuros, como ataques cardíacos o accidentes cerebrovasculares, por lo que es esencial abordarlas a través de una alimentación adecuada.
Para cambiar la dieta, es recomendable trabajar en conjunto con el médico o un nutricionista, quien es un experto en alimentos y alimentación. Ellos pueden ayudar a elaborar un plan de alimentación personalizado y brindar pautas específicas según las necesidades de cada persona.
La frecuencia y el momento de las comidas pueden variar según los medicamentos para la diabetes que se estén tomando. Aquellos que siguen un "régimen fijo" de medicación, como la insulina o las sulfonilureas, suelen requerir comer a la misma hora todos los días para prevenir niveles bajos de azúcar en la sangre. Por otro lado, aquellos que siguen un "régimen flexible" de insulina pueden ajustar su dosis según la cantidad y el momento de las comidas.
Al planificar qué comer, es importante considerar los carbohidratos, las proteínas y las grasas. Los carbohidratos, que se encuentran en alimentos como el pan, la pasta, las frutas y los productos lácteos, pueden elevar el nivel de azúcar en la sangre, por lo que es esencial controlar su consumo. La proteína también debe ser consumida en cantidades adecuadas, optando por opciones magras como carnes magras, pescado, huevos, legumbres, productos de soya, nueces y semillas. En cuanto a las grasas, es importante elegir grasas saludables, como las monoinsaturadas y poliinsaturadas presentes en el pescado, el aguacate, el aceite de oliva y las nueces, mientras se limita la ingesta de grasas saturadas y trans.
Además, es esencial considerar otros aspectos de la alimentación, como las calorías, la fibra y la sal. Controlar la ingesta calórica es fundamental para mantener un peso saludable, y si se busca perder peso, es necesario reducir la cantidad de calorías consumidas diariamente. La fibra puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre y se encuentra en alimentos como las frutas, las verduras, los granos integrales y las legumbres. Las personas con presión arterial alta deben tener cuidado con el consumo de sal y optar por alimentos bajos en sodio.
En cuanto al alcohol, es importante limitar su consumo, ya que puede elevar los niveles de azúcar en la sangre. Además, las bebidas que contienen jugo de frutas o azúcares añadidos también pueden afectar los niveles de azúcar en la sangre.
En el siguiente link encontraras una lista de alimentos saludables para personas con diabetes:
